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Likes vs. Liderazgo: Navegando el Dilema del Siglo XXI

Desde la antigua Grecia, la retórica ha sido fundamental en la persuasión y la búsqueda de la verdad. Filósofos como Platón, Aristóteles y Cicerón demostraron que la manera en que comunicamos no solo afecta nuestras percepciones, sino también la estructura de nuestras sociedades. En el siglo XX, filósofos como Wittgenstein y Austin expandieron el concepto de retórica, subrayando que el lenguaje no solo describe la realidad, sino que también realiza acciones. Wittgenstein introdujo la idea de los "juegos del lenguaje", argumentando que el significado se deriva del uso en contextos específicos, mientras que Austin desarrolló la teoría de los actos de habla, destacando la performatividad del lenguaje. Según Austin, cuando alguien dice algo, está llevando a cabo una acción que puede cambiar la realidad. Estos desarrollos teóricos enriquecieron la comprensión de la retórica, integrando la importancia del contexto y la acción del lenguaje para una comunicación efectiva. Reflexionar sobre estos principios se vuelve esencial en una era donde la información se propaga a velocidades sin precedentes.

 

Hoy, las redes sociales han revolucionado nuestra manera de comunicarnos y ejercer poder, pero también han traído consigo desafíos inimaginables. La homofilia, el sesgo de confirmación y los algoritmos que filtran la información que consumimos pueden limitar la diversidad de opiniones y debilitar el debate público. ¿Estamos, sin darnos cuenta, encerrándonos en burbujas de información que solo refuerzan nuestras creencias preexistentes? Cass Sunstein propone la "Arquitectura de la Serendipia" como una solución, una estrategia para exponernos a diferentes perspectivas y enriquecer nuestro entendimiento del mundo. Pero la pregunta clave es: ¿estamos realmente dispuestos a buscar activamente esa diversidad y confrontar nuestras propias ideas?

 

La obsesión por los "likes" y la aprobación social en las redes puede llevarnos a priorizar la popularidad sobre la verdad y la autenticidad. En un entorno donde las opiniones se miden en números y la visibilidad se convierte en sinónimo de éxito, ¿cómo podemos revertir esta tendencia y fomentar conversaciones más genuinas y abiertas? Aquí radica uno de los grandes desafíos de nuestra era digital: encontrar el equilibrio entre ser escuchado y ser sincero.

 

La retórica debe adaptarse para ser ética y efectiva en esta era de globalización. Necesitamos un enfoque que promueva un debate inclusivo y racional tanto en la política como en el mundo empresarial. Debemos preguntarnos constantemente: ¿cómo podemos usar la comunicación para construir puentes en lugar de muros? ¿Cómo podemos asegurarnos de que nuestras palabras y acciones sean coherentes y auténticas? Al hacernos estas preguntas y estar abiertos a aprender de las respuestas, podemos avanzar hacia una comunicación más auténtica y transformadora que beneficie a toda la sociedad.

En el ámbito empresarial, las redes sociales han permitido a las empresas llegar de manera más directa y amplia a distintas audiencias, pero también las han expuesto más a la crítica social. Ahora, las empresas deben responder no solo a sus accionistas, sino también a una audiencia global que evalúa cada movimiento con ojos críticos. Durante el "Estallido Social" en Chile, algunos líderes empresariales hicieron declaraciones y tomaron acciones que tuvieron miles de “likes”, pero fueron criticadas por otros líderes como populistas. Este fenómeno no es exclusivo de Chile; refleja cómo las empresas en todo el mundo navegan por la delgada línea entre la responsabilidad social y el marketing estratégico, sin perder de vista su propósito de ofrecer valor a sus clientes. ¿Es posible que estas acciones hayan reforzado argumentos en contra del capitalismo y exacerbado la desconfianza en las corporaciones? ¿No será momento de que las empresas sean más prudentes y escuetas en sus declaraciones públicas y expliquen la complejidad de mantenerse competitivas y de asumir nuevos desafíos, como el cambio climático con sus costos asociados para los clientes y consumidores?


La tentación de buscar "likes" y aprobación en redes sociales puede desviar a los líderes empresariales de los objetivos fundamentales de sus organizaciones. La presión por mantenerse relevantes y populares puede llevar a decisiones superficiales, centradas más en la imagen que en la sustancia. Esto plantea interrogantes cruciales: ¿Estamos permitiendo que la búsqueda de aprobación inmediata nos haga perder de vista los valores y objetivos fundamentales de nuestras empresas? ¿Cómo podemos fomentar una cultura empresarial que valore la autenticidad y la coherencia por encima de la popularidad efímera? ¿Qué papel debe jugar la retórica en la construcción de un liderazgo más responsable y comprometido en el desarrollo sostenible de las empresas y sus trabajadores y en el impacto duradero y positivo en la sociedad?


En última instancia, la retórica, bien entendida y aplicada, puede ser una herramienta poderosa para navegar en estos tiempos nuevos, donde la presión de las redes sociales exacerba la naturaleza humana de buscar aprobación social. Al reflexionar sobre estas preguntas y estar dispuestos a confrontar nuestras propias prácticas y creencias, podemos aspirar a un liderazgo más genuino y efectivo. El verdadero liderazgo no se mide por el número de "likes" obtenidos, sino por la capacidad de generar un cambio positivo y sostenible a sus clientes y consumidores, guiando a las empresas y a la sociedad hacia un futuro más próspero y responsable.


Pero claro, si disfrutaste este artículo, no dudes en darle "like". ¡No vaya a ser que nos quedemos sin aprobación! 😉


Cristián Rubio Adriasola

Director de ChileSuma



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