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La FECH y la intolerancia

Actualizado: 24 ago 2022

En entrevista, publicada por El Líbero en agosto del 2020, es decir, en pleno estallido social, Cristián Rubio Adriasola, ex dirigente del FECH, manifiesta su preocupación, por el pensamiento intolerante, acciones canceladoras y el sentimiento de odio que ha guiado la directiva de la institución estudiantil.

Hay un desperdicio de plata gigantesco, se financian las protestas exacerbando el odio.

Cristián Rubio formó parte de la directiva de la federación de 1990, integrada por Manuel Inostroza (DC) y Arturo Barrios (PS). Ex militante de RN, actualmente se encuentra formando la organización civil “Chile Suma”. Además, se ha dedicado a motivar a jóvenes de centroderecha para que “se atrevan” a postular a cargos de representación estudiantil. “¿Cómo es posible que en una universidad que debiera ser abierta a la discusión de ideas, resulta que los jóvenes tienen miedo?”, se cuestiona.

Reciben plata con el impuesto de todos los chilenos, se definen el autogobierno, controlan la federación, todos los puestos y los resultados ahí están: un desperdicio de plata gigantesco y financiando todas las protestas, exacerbando el odio.

De esta manera describe el actuar de la actual Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile. Cristián Rubio Adriasola, quien en 1990 fue secretario general de la Fech.


Luego de publicar una carta en El Mercurio con otros ex dirigentes universitarios, titulada “La FECh ha muerto”, conversa con El Líbero sobre cómo la federación está “controlada” por el Frente Amplio y el Partido Comunista .


Además, se refiere al tema económico, respecto a los 280 millones de pesos que recibe la directiva, los cuales -según el detalle de la propia federación-, son utilizados, por ejemplo, en la campaña constituyente, en movilizaciones nacionales, en sueldos, entre otros gastos.


¿Cómo analiza lo que sucedió en la última elección de la FECh?


Yo estudié en la Chile y le tengo mucho cariño a la universidad y hemos ido viendo cómo se ha ido deteriorando la convivencia. Todos tenemos amigos, hijos, sobrinos y vemos que U. de Chile es cada vez menos tolerante, que era un súper activo que tenía antes porque era muy diversa, porque siempre integró gente de distintas regiones, por ejemplo, a diferencia en esa época de la U. Católica, y más diversa también desde el punto de vista religioso. Representaba bastante mejor o tenía una mejor aproximación a lo que era el país y, por lo tanto, era una experiencia universitaria universal, muy formadora para la vida. Ese sello hoy día lamentablemente se ha ido perdiendo, en parte, por lo que ha ido sucediendo este último tiempo. Y este tema de la federación es un buen reflejo de lo que pasa en el país, donde desgraciadamente ha sido más dramático porque estos últimos años ha estado bajo el control del eje Frente Amplio y Partido Comunista. Básicamente se han ido compartiendo y controlando la federación.


-¿Y cómo califica lo que ha ocurrido estos últimos años en cuanto a la participación?


-Por ejemplo, en esta elección hubo cero lista de centroizquierda. Es muy curioso. La DC, el PPD, el PR, incluso el PS, no fueron capaces de levantar una lista. Tengo amigos DC muy cercanos y les decía “qué increíble cómo no pueden parar una lista”, pero es muy grande la desafección de los estudiantes. He hablado con hartos jóvenes que están estudiando y me dicen “lo que pasa es que nosotros creemos que no vamos a poder a cambiar nada”, entonces hay una desesperanza, que da lo mismo lo que hagan y por eso se concentra cada uno en su propio quehacer diario. Y terminan dejando la federación en manos de este pequeño grupo, que es el FA y el PC, que sacaron el 7% del electorado, esa es la votación. Porque el 14% fue la participación completa, pero si se suman los votos de estos dos grupos, es cercano al 7%, y con eso controlan la principal federación y manejan un presupuesto millonario. Y una parte importante de esos recursos terminan financiando las marchas, por ejemplo. Cuando se hacen marchas por la causa que sea, un mecanismo que tienen es que financian “eventos culturales” y el evento cultural significa contratar una banda musical o un espectáculo artístico que ocurre al final de la manifestación.


El FA y el PC controlan la principal federación con presupuesto millonario con el 7% del electorado.

-¿Y nadie fiscaliza cómo se gastan esos recursos?


-Hay una suerte de fiscalización. Los montos que yo mencioné me los conseguí, están publicados. Ahora si uno quiere bajar los documentos no se puede, pero están en una planilla Excel. Hay una suerte de detalle, pero no ha sido muy cuestionado, a nadie le ha importado mucho. Cuentan con 280 millones de pesos y casi el 50% de esto es sueldos, una cosa increíble, sueldos y gastos de representación que controlan.


-¿Y esos sueldos van dirigidos a quién?


-Tienen una figura como gastos de representantes, tienen empleados full time, no sé bien lo que hacen los empleados full time la verdad, pero ahí hay una cantidad de recursos infinitos. Lo otro que pasa es que este grupo, más cercano a ideas de izquierda extrema, se arroga una superioridad moral. Para ellos la tolerancia es “si estás de acuerdo con mis ideas de izquierda, eres tolerante, de lo contrario, eres intolerante”, una cosa increíble. Entonces esta mezcla ha sido nefasta, y eso explica la baja participación. Además acá tenemos una federación controlada por el Frente Amplio y el Partido Comunista donde ellos han definido el propio gobierno y ha sido nefasto el manejo. Reciben plata con el impuesto de todos los chilenos, se definen el autogobierno, controlan la federación y todos los puestos, y los resultados ahí están: un desperdicio de plata gigantesco y financiando todas las protestas, exacerbando el odio.


-¿Y mirando el detalle de los montos, está todo bien especificado en ese Excel o hay algún ítem difuso?


-Hay algunas partidas que no están bien delimitadas. Lo que me cuentan más informalmente es que hay un manejo absolutamente discrecional y efectivamente hay material financiado para los lienzos de las propias marchas, se financian con los impuestos de todos los chilenos. No es tan fácil hacer el detalle. Por ejemplo, hay 106 millones en sueldos; para movilización nacional destinan 5 millones de pesos; en el proceso constituyente otros 5 millones de pesos. En la semana mechona se iban a gastar 30 millones pero como no hubo, no sé lo que hicieron con esa plata. Los gastos de representación son 11 millones mientras que en la agenda Fech, 10 millones… aunque es difícil saber en qué se financian las cosas.


-El 2019, el secretario ejecutivo de la Fech, Juan Carlos Bustos (RN), intentó fiscalizar dineros y pocas horas después el pleno de la federación solicitó que fuera inhabilitado para ejercer un cargo estudiantil…

-Yo hablé con estos jóvenes, los llamé por teléfono para que me contaran un poco, incluso los ayudamos con algunas ideas. Hay gente de la UDI, RN, Evópoli o independientes, pero están medios desarticulados… Nosotros somos ex Frente Universitario, en ese momento era como el movimiento más como “gremial” que tenía la Chile y después entré a RN. Siempre es una buena plataforma para hacer carrera política en la universidad, lo lamentable es que mucha gente moderada al final se ha restado y la gente se termina desconectando.


“¿Cómo es posible que una universidad que debiera ser abierta a discusión de ideas, resulta que los estudiantes tienen miedo?”.


Estas elecciones fueron con voto electrónico, que en teoría no es mucho esfuerzo… pero este pequeño grupo es el que define si se va a paro o no, y si alguna facultad no quiere irse se le impone igual por la fuerza. Creo que a estos jóvenes más de derecha hay que ayudarlos más. Un grupo de gente nuestra intentó contactar a la Polette Vega, incluso la idea era que ella iba a ser candidata a presidenta de la Fech, pero al final renunció, pero el punto era sobre lo increíble que es tener miedo. Yo hablaba con una estudiante de Periodismo que iba a ir en la lista de derecha y me decía “es que tenemos miedo, pero miedo de verdad, no es broma esta cuestión. ¿Cómo es posible que una universidad que debiera ser abierta a discusión de ideas, resulta que los estudiantes tienen miedo? Hoy no se puede tener discusiones racionales, respetuosas con la gente, y la universidad no debiera ser un lugar para que la gente se sienta cómoda, al revés, debiera hacernos sentir incómodos, cuestionarnos, que exista libertad de expresión.

*Nota de la Redacción: Tras la publicación de esta entrevista, la estudiante de la Universidad de Chile, Polette Vega, se puso en contacto con El Líbero para señalar que ella no bajó su candidatura el año pasado -iba como presidenta por la lista de centroderecha- que se vieron frustradas debido al estallido del 18 de octubre. Comenta que actualmente sigue participando activamente en política, aunque no en el mismo movimiento político. Con un grupo de jóvenes conformaron una organización denominada Derecha Autónoma Unida (DAU).


EL LIBERO, 25 agosto 2020.

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